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Sian Ka’an

Sian Ka’an es una Reserva de la Biósfera que se sitúa al sur de la Riviera Maya en Quintana Roo. Cuenta con más de 600 mil hectáreas de selva y arrecife protegido frente a sus costas, que son hogar de cientos de especies de flora y fauna.

La Reserva de la Biósfera de Sian Ka’an es Patrimonio de la Humanidad por Unesco desde 1987 y es el hábitat natural de mamíferos, incluyendo coatíes, pecaríes, mapaches y jaguares, además de más de 300 aves.

¿Qué significa Sian Ka’an?

El significado de Sian Ka’an es “donde nace el cielo”. Es un lugar de enorme belleza, tanto en la zona continental con manglares y selva, como en los arrecifes frente a sus costas donde habitan tortugas marinas, langostas gigantes, caracol rosado e incluso delfines.

¿Qué hacer en Sian Ka’an?

Sian Ka’an es una zona donde hay poca infraestructura y con poblados pequeños en solo algunos puntos. En la zona costera, siguiendo la zona hotelera de Tulum, es posible llegar a Boca Paila y Punta Allen.

Boca Paila

Esta zona se sitúa al sur de Tulum, entre el mar Caribe y la laguna Muyil. Aquí se encuentran algunos campamentos de pescadores, con playas casi vírgenes y donde algunas personas practican deportes como kitesurfing o buceo.

Podrás identificar cuando llegues por el puente que cruzas y que divide a la laguna del mar. No se recomienda nadar pues es hábitat natural de cocodrilos y con un poco de suerte, podrás ver alguno en el trayecto.

Punta Allen

Este pequeño poblado de pescadores con aguas cristalinas y donde se come delicioso. Además, hay cooperativas que ofertan tours al arrecife para practicar snorkel o bucear. Con un poco de suerte, es posible divisar delfines en libertad, una experiencia extraordinaria que resulta difícil de olvidar.

Se recomienda descansar en la playa, visitar el enorme cenote Ben Há y que en ocasiones se confunde con una laguna por su tamaño, nadar en el Blanquizal, que es una piscina natural en medio del mar o incluso tomar una excursión de pesca con los locales, para después probar alguno de los platillos deliciosos que se preparan con mariscos en Punta Allen.

Muyil

Al sur de Tulum, en la carretera que lleva a Chetumal, la capital del estado, se encuentra un yacimiento arqueológico que no es muy conocido y aunque pequeño, es de gran belleza. Muy cerca también hay dos lagunas para excursionistas que buscan estar en contacto con la naturaleza.

Existen algunos recorridos en lancha por las lagunas de Muyil y Chunyaxché, donde se pueden descubrir los manglares, parte de la flora y fauna de Sian Ka’an e incluso, darse un chapuzón en las aguas refrescantes y de impactantes tonalidades de esta región de la Riviera Maya.

De igual manera, con un poco de suerte y con poca afluencia de visitantes, es posible divisar alguno de los manatíes que habitan estas lagunas. Esta especie protegida herbívora es un mamífero fascinante que habita de manera pacífica en lagunas y que, en la antigüedad, algunos piratas confundían con las sirenas de las leyendas marítimas.

¿Cómo llegar a Sian Ka’an?

Sian Ka’an, en especial por la zona costera, no resulta de fácil acceso. Siguiendo la zona hotelera de Tulum, comienza un camino de terracería que lleva hasta Punta Allen. Se recomiendan los vehículos todoterreno o 4x4, pues en época de lluvia o cuando la arena está muy suelta, es posible quedarse atascado y la recepción de señal es pobre o nula, la mayor parte del trayecto.

También se recomienda ir con el tanque de combustible lleno, pues no existen estaciones de servicio en el trayecto. De igual manera, existen excursiones que llevan a conocer la reserva de Sian Ka’an y aunque las distancias no son grandes, por el tipo de caminos, lleva algún tiempo llegar hasta allá. La distancia de Tulum a Sian Ka’an, por el lado de la costa, es de aproximadamente 60 km hasta Punta Allen.

Si deseas conocer las lagunas de Muyil o el sitio arqueológico, el camino es mejor y hay que seguir por la carretera que va desde Cancún y Playa del Carmen, hacia la capital del estado de Quintana Roo.

Adentrarse en la Reserva de la Biósfera de Sian Ka’an es una experiencia inolvidable e ideal para personas que gustan del contacto con la naturaleza. Es recomendable llevar repelente de insectos biodegradable y que evitemos lo más posible, interferir con la naturaleza y dejar nuestra huella en este santuario de vida natural maravilloso.